30 May AGUA DULCE.Continúa la investigación de carácter preventivo de la esquistosomiasis
Los estudios de vigilancia epidemiológica de la esquistosomiasis que por acuerdo de trabajo llevan adelante el Instituto Correntino del Agua y del Ambiente (ICAA) y el Centro Nacional de Parasitología y Enfermedades Tropicales (CENPETROP), generó un nuevo informe parcial que da cuenta de los avances de la investigación, cuyo propósito fundamental es prevenir el posible ingreso de esa enfermedad a la provincia.
En este sentido los estudios realizados “determinaron la inexistencia de la transmisión de la esquistosomiasis en la región estudiada en la provincia de Corrientes”, no obstante se detectó la presencia de los caracoles de agua dulce B. tenagophila y B. straminea, transmisores naturales de la enfermedad en el Brasil, por lo que se dió continuidad a la investigación para “determinar si son o no susceptibles y compatibles a la infección”.
En el 2010 el ICAA y la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), de quien depende el CENPETROP, reanudaron el acuerdo de trabajo a cargo del doctor Carlos Edgardo Borda y un equipo de docentes-investigadores multidisciplinario de medicina, biología, zoología, farmacia y bioquímica que permitió dar continuidad a las investigaciones sobre los moluscos, para conocer la distribución geográfica de caracoles de la especie Biomphalaria y el rol que podrían cumplir como transmisores de la esquistosomiasis. Estos moluscos fueron encontrados en las aguas superficiales de los departamentos Mercedes, Paso de los Libres, Curuzú Cuatiá, Santo Tomé y Monte Caseros.
Se realizó la colecta de caracoles y entre éstos se identificó a la Biomphalaria tenagophila. Del análisis de los mismos se verificó que no estaban infectados con el parásito. Asimismo en el moluscario del CENPETROP se han formado colonias con esa especie de molusco destinados a ensayos experimentales para conocer su rol como transmisores potenciales de la enfermedad.
Se tiene proyectado seguir los estudios experimentales, con los moluscos de la cuenca del río Mocoretá (Monte Caseros).
La esquistosomiasis es una enfermedad parasitaria de origen hídrico transmitida por caracoles de agua dulce y es causada por el Schistosoma mansoni. Este es un gusano de la sangre que vive en el hombre en las venas mesentéricas del intestino. Del parásito existen machos y hembras. Cuando la hembra pone los huevos, estos son eliminados con las heces que, al ponerse en contacto con el agua, del huevo salen larvas (miracidio) que penetran en el caracol.
Transcurrido alrededor de un mes del caracol emergen miles de otras larvas (cercarias) que nadan en el agua y cuando el hombre penetra en esas aguas para bañarse, lavar, etc. se infecta contrayendo la enfermedad. Esta es considerada por la Organización Mundial de la Salud la segunda enfermedad en importancia después del paludismo por los daños que causa a la salud y a la economía de las poblaciones de los países que la tienen.
Antecedentes
La esquistosomiasis es originaria del África; no existía en América hasta el Siglo XVI, pero con el tráfico de esclavos llegaron al continente americano negros originarios de áreas donde existía la enfermedad. Los esclavos no tenían en sus alojamientos sistemas apropiados para eliminar sus excrementos, entonces defecaban en los alrededores de la vivienda en las cercanías de aguas superficiales (charcos, zangas, lagunas, etc) donde vivían los caracoles transmisores que se infectaban cerrándose el ciclo biológico del parásito; de esta forma la esquistosomiasis se estableció en América.
En el año 1908 se descubrió el primer caso en la ciudad de Salvador en el estado de Bahía, en Brasil. Desde entonces se ha propagado principalmente en las poblaciones del litoral atlántico del Brasil, hasta llegar en la década del 90 del Siglo XX hasta el estado de Río Grande do Sul, limítrofe con la provincia de Corrientes.
Ante esta situación del avance de la enfermedad el ICAA tiene en vigencia con el CENPETROP el Proyecto denominado “II Vigilancia Epidemiológica de la Esquistosomiasis en la cuenca del Río Uruguay, en la provincia de Corrientes”. En el transcurso de las investigaciones ya se ha demostrado, que no obstante no existir transmisión natural, es probable que se establezca tanto en las cuencas de los ríos Paraná como del Uruguay porque se ha comprobado que la Biomphalaria tenagophila existente en Posadas (Misiones), como así también en Berón de Astrada, Rincón de Vences, Maloyas, Goya, y Pai-Ubre en Corrientes, se han infectado experimentalmente con la cepa SJ2 de Schistosoma mansoni originaria del Brasil.
Es decir, que son susceptibles y compatibles con el parásito; además el roedor de hábitos acuáticos Holochilus braziliensis puede comportarse como un reservorio potencial de la enfermedad. Una situación similar se ha observado con la Biomphalaria tenagophila que vive en las aguas superficiales de la cuenca del Río Uruguay, ya que poblaciones de ese caracol en Mirungá, Aguacerito, Curupicay, Copra y San Celestino también se infectaron con el Schistosoma mansoni.
El ICAA, al propiciar estas investigaciones sobre la probable propagación de la esquistosomiasis en la provincia de Corrientes, por sugerencia de los especialistas estima pertinente promover el control sanitario en la zona fronteriza con el Brasil dado que, además de las deficiencias sanitarias existentes tanto en el ambiente rural como el periurbano, hay caracoles que pueden transmitir la enfermedad. El único eslabón faltante en la cadena de transmisión es el hombre infectado.
Se tiene proyectado continuar los estudios en la cuenca del arroyo Garabí, en el noreste de Corrientes, donde se proyecta construir una represa hidroeléctrica con el Brasil.